Creo que los que estamos locos por los libros y las películas quisiéramos que no desapareciera nada de los libros y las películas que nos gustan. Nos gustaría que Rocinante estuviera vivo todavía y, si se conociera, que también estuviera en pie la casa en un lugar de la Mancha de donde salió Alonso Quijano. A veces se llega al extremo (cuando han pasado suficientes siglos de olvido) de señalar tal lugar como si fuera el lugar de tal libro, así ya no lo sea. Yo creo que tenemos razón cuando defendemos esas nostalgias, pero quizá otras gentes tengan razones mejores que las nuestras para no preservarlo todo.
colombia
Coca poetisa
Mastica la hoja para que este dolor se duerma y soportes la tiranía.
Que este sabor amargo alivie tus pesares y te dé fuerzas para seguir aguantando…
!No! saborea su elixir para tener ánimos y luchar, basta de bajar la cabeza, olvidar e ignorar y como bestias sumisas resistir el yugo.
Desde el corazón de una realidad deshecha A Eddie Vedder… Las calles vacías de un vecindario extendidas delante […]
La felicidad de aquel momento es tanta, que no deseas seguir soñando. Te sientes pleno de ver en el rostro de tu hijo esa satisfacción de poder compartir contigo estos momentos que nunca olvidará. Lo abrazas y le hablas al oído: cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.
A quienes salimos de casa sin un peso en los bolsillos
y la cabeza ardiendo por tantos sueños
y un montón de frases regadas en el cuerpo de la madrugada
en busca de una chica en la barra de un bar
Afortunados de haber conocido a Robinson Quintero Ruiz, poeta colombiano de Barranquilla, que nos ha regalado cuatro momentos con Bowie, Bukowski, Tom Waits y Leonard Cohen, incluidos en su poemario inédito “Partículas elementales”. Hoy publicamos los dos primeros.
Quizás la cuestión sea si el cine se debe adaptar a otros formatos de rápido mensaje como las series e incluso las redes sociales, intentando paupérrimamente mimetizarse para captar la atención de los jóvenes, o si puede hacerse esto sin renunciar a la pausa y calidad que lo hizo grande.
Año 1996, frontera colombo-panameña, un estrecho pedazo de tierra muy codiciado por su posición geoestratégica denominada estrecho de Darién, tapón de Darién o sencillamente selva del Choco. Uno de esos sitios fronterizos donde bandidos, guerrilleros, colonos y retenes del ejército se enfrentan cada día en una lucha por la supervivencia muy alejada de nuestros valores occidentales de sociedad de bienestar.
Calienticos en sus casas frente al televisor se quejan y hablan de lo que no harían…
Eso que a muchos mata y a otro centenar exilia, ellos los de los días iguales viven esperando que el día termine.
Debian ser las cinco de la mañana y nuestro pequeño grupo fue interceptado en el parque de Laureles de la capital Antioqueña. Nosotros éramos tres, ellos al menos una decena. Nos cortó el paso un tipo grande con sombrero de finquero y bigote de galán; pistola al cinto, camisa a medio abotonar, el perfecto protagonista para una telenovela de grandes terratenientes y verdes pastos.
Bienvenido a la ciudad de la eterna primavera, con sus 21 grados perpetuos y su alegría contagiosa. Bienhallados en el valle del Vallenato y la cultura esgrimida como argumento subversivo y de resistencia pacífica al triste alegato de las armas y la sinrazón. Eterna balacera ”huevón”, mal parío, hideputa …y se ríen de sus suertes, y las cantan , no sé en qué orden. También mueren, y huyen …tampoco sé bien el orden.
La niebla se niega a levantar esta semana, no hay problema, tenemos cuatro grandes poetas ayudándonos a remontar noviembre. Hoy recuperamos a Christian Castiblanco, joven poeta colombiano de quien ya publicamos varios poemas en septiembre. De Barcelona a Colombia y, en breve, a Cuenca y Sevilla persiguiendo imágenes. Salud y abrazos.
Recuerda siempre que la vida es corta, para entregarle las horas a la angustia y al desazón.