Poemas a Vedder, Weiland, Corgan y Cornell (Poemas Rock I)

chris cornell y eddie vedder

Desde el corazón de una realidad deshecha

A Eddie Vedder…

Las calles vacías de un vecindario

extendidas delante de ti,

paredes y muros

donde la vida no descansa,

mendigos y gente de la noche

rotando dentro de tu alma,

el amor como una moneda en tus bolsillos,

en el aire una melodía sin fe,

un firmamento extranjero

dando vueltas en tu cabeza,

en los rotos cristales

de un puñado de corazones vagabundos,

señales que advierten

sobre la vida a seguir,

la poca esperanza

en la luz de un nuevo día,

hombres sin hogar,

compartiendo pedazos de una misma tragedia,

pequeñas historias

que alimentan la memoria

en la extensa soledad de los recuerdos,

entre tanques de basura ardiendo,

la amistad se pasea como un perro viejo,

la madrugada fría y distante

entre plegarias que nunca surten efecto,

afuera, cae la nieve,

dios susurra a tu oído

que algún día comenzará la realidad de nuevo.


Donde el horizonte se derrumba en una tormenta

A Scott Weiland…

La vida sucede en un instante.

En la fuga de la voz se esconde

otra forma de vértigo.

la muerte escondida, esperando,

abonando el camino

de tropiezos y fracasos,

a pesar de poseer un cuerpo

donde nunca estamos.

Todas tus promesas

viajan en un tren al sur.

Ves morir el tiempo,

dentro de tu sombra

también habita el descontrol.

Tu corazón ardiendo en llamas

rasga lo que queda del cielo

en busca del polvo del ayer

sin ningún propósito de inspiración.

Leyendo las señales equivocadas

al borde de las autopistas,

sin reconocer los momentos valiosos

que el mundo coloca en tu mano,

miras cómo las cosas se dañan,

cómo las cosas se rompen.

Las palabras a veces se quedan

flotando en el aire.

Puedes correr, pero no puedes ocultarte,

lo sabes, queda muy poco para dar,

has pagado el alto precio por caer.


Lo que rompe la luz de la memoria

A Billy Corgan…

Allí, donde te encuentres

a favor de lo que siempre fuiste

dejando que el mundo gire a otro lugar.

Allí, justo a tu lado

la tristeza se hace infinita

bajo un cielo culpable

donde el crepúsculo se va apagando

y nos hacemos reales e imperfectos

sin saber dónde descansarán nuestros huesos.

Todo aquello que está destinado a no cambiar

lo que se elige y es la única opción

las sonrisas que la muerte envía

disfrazadas de palabras de luz

lo que reside en la memoria de los días

y es parte de lo que brota en la ceniza

los sueños que arden al fondo de un corazón en ruinas.

Y a través del abandono colocas la orfandad en tu voz

limpiando heridas antes de escapar

ofreciendo tragedias comunes que no puedes olvidar.


Chris Cornell (Fell on balck days)

A Chris Cornell

Más allá del mundo y sus derrotas

al otro lado de una vida vaga

la nostalgia es un instante de luz.

Arde aún un recuerdo en el aire

como magia de lo inexpresable

en cada palabra suelta

en cada sueño imposible.

Vivir te ahonda y te hiere

con una tarde intacta

igual a un corazón que palpita

sobre un delgado horizonte.

Cumplido el destino en esta tierra

descubres un pálido eco

en un tiempo sin futuro

que cuelga en tus manos

sin luces, silencioso

anunciando la bienvenida de todo lo que es ceniza y olvido.


Robinson Quintero Ruiz, Barranquilla (Colombia)