Aconsejamos escuchar “Heroes” del Duque Blanco el tiempo suficiente para leer estos poemas un par de veces, en ocasiones somos especialmente felices incorporando nuevos miembros a la “banda de Jonk”. Afortunados de haber conocido a Robinson Quintero Ruiz, poeta colombiano de Barranquilla, que nos ha regalado cuatro momentos con Bowie, Bukowski, Tom Waits y Leonard Cohen, incluidos en su poemario inédito “Partículas elementales”. Hoy publicamos los dos primeros. Bienvenido, Robinson.
Salud y abrazos, Profesor Jonk
Del otro lado, en otra historia… donde fuimos héroes por un solo día…
A David Bowie…
Sentirse vivo a pesar de este pronto final
no hay otras vidas, tierra nada más
y un montón de palabras
que nos visten de luto en medio de tanta fragilidad
con heridas proporcionadas en una dulce batalla.
Siempre será otoño en las calles de Brixton, Londres
la noche azul en la extensión del cielo
el futuro agazapado en tus canciones
buscando una hendidura en nuestro interior
allí, donde la muerte es una sombra encendida
donde las derrotas se mezclan con el amor y la esperanza.
No sabremos nunca cómo sería el otro camino
ese que nos lleva a otra especie de claridad
allí donde habitamos un solitario pasillo
sin preguntas, sin respuestas
entre tantas cosas que sobran
llevando, a nuestra manera, el mundo por dentro
mientras el corazón es una campana que suena con el viento.
Esta es la vida en estos momentos
una luz estremecida
un dolor que transita por nuestros huesos
donde yace el polvo de 100 mil universos
del otro lado, en otra historia,
donde fuimos héroes por un solo día…
Long sad blues
A Charles Bukowski
Aún habitas las ebrias palabras,
las que brotan en las madrugadas,
las que señalan que la vida no tiene sentido,
que hay poca paciencia en el mundo,
que no hay que creer en nada,
pero hay que tener golpes dispuestos
y por piedra un corazón.
Tal vez, por esta razón, el amor es algo esquivo,
tal vez, es mejor estar a solas
y ser un leve fragmento del atardecer
sobre el horizonte lejano y triste,
porque nunca has estado preparado
para un cielo mejor.
Pero a tu manera, has resistido a todo tipo de ausencias,
has respetado la nostalgia acumulada en los cuartos estrechos,
en las amantes de turno, en los hoteles de paso,
en los sueños hechos jirones, en las botellas vacías,
en las crudas frases que retan tu propia dignidad.
A pesar de haber perdido tanto, día tras día,
aún embistes la vida como un toro en la arena,
te escudas en esas otras historias con nombre propio:
Hemingway, Miller, Hamsun, Fante
y la vida te asombra y toma varias formas
y vagas por sendas perdidas en años de depresión
y tu fe se instaura en la cerveza, la poesía y la música.
Has arrojado un puñado de verdades dolorosas,
viejas cicatrices que duelen,
ese pan extraño en las manos de los mendigos,
esa belleza esplendente sacudida por la sucia realidad.
Este es tu legado, Hank:
naciste para robar flores en las avenidas de la muerte.
Robinson Quintero Ruiz
Barranquilla (Colombia)
Del libro inédito Partículas Elementales
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