Efímera aflicción

Recuerda siempre que la vida es corta, para entregarle las horas a la angustia y al desazón.

Recuerda que nada es perfecto y que las cosas no tan buenas son lecciones para ser mejor la próxima vez.

Y que los sucesos pequeños, son nuestra analgesia… este tu poema, nuestra luna, el ocaso y mi voz tratando de aliviar tu efímera aflicción.

Christian E. Castiblanco, Colombia