El guitarrista madrileño, que publica dos discos, selecciona y comenta sus temas favoritos de un género al que han dado grandeza hachas de las seis cuerdas como Eric Clapton, Jimi Hendrix o Jeff Beck
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Suena “Mother”, del álbum “The Wall”, esa pétrea obra maestra de 1979, esas sinfonías de diez minutos que nos retrotraen a nuestra primera infancia, al rock conceptual y sinfónico que giraba lentamente a 33 rpm en giradiscos dentro de maletas de madera y posteriormente en equipos hifi en mueble acristalado.
Hoy recuperamos esta sección e invitamos a tod@s para que nos mandéis esas entradas que guardáis como oro en paño (acompañadas de una o dos frases, lo primero que se os venga a la mente al recordar aquel día).
Diana Benayas presenta la nueva sección Disección de canciones, con la magnífica Enjoy the silence de Depeche Mode y la soledad buscada
Madcool, como el resto de festivales, es un crisol de tribus musicales que ya no son tribus, sino cada vez más un hervidero de individuos que se declaran eclécticos y cuya imagen va de una pareja de emos o seguidores de Tool, casi desnudos y con el cuerpo y la cabeza tatuados con figuras ovaladas en tinta negra, a un agroelectrónico con gorrilla del equipo ciclista Reynolds de hace 40 años sacada de algún pajar o almacén.
Black Pumas, Jamie Cullum, The War on Drugs, Incubus, Muse, Zeal & Ardor, Leon Bridges, Guitarrica de la Fuente, Pixies, Kings of Leon, Editors y Royal Blood era el menú que teníamos programado para el viernes y sábado de Madcool.
A última hora del 26 de mayo de 2022 la famosa banda de rock electrónico británica Depeche Mode ha anunciado en sus redes sociales que ha muerto su teclista y cofundador Andrew Fletcher a la edad de 60 años.
Memorable concierto de una banda que va a crecer y hacerse masiva en los próximos años, alternaron perfectamente los medios tiempos de bailes acompasados sureños en espera de la tormenta, que algunas veces llegaba al final de la canción con cuerdas de todos las texturas tronando a la vez y otras esperaba al siguiente tema que hacía escuchar alaridos y “¡jihas!” entre los cuatreros del público.
The Dead South nos lleva a Louisiana con sus veloces riffs de guitarra, banjo, mandolina y violonchelo, una banda teóricamente de bluegrass en la que el violín no es titular de partida, una banda de actitud punk y metalera sin batería ni guitarra eléctrica, una banda que reverencia el folk tradicional -no sin reírse de sus modos más extremos.
¡Una banda de folk bluegrass que nos lleva al Gran Sur pero son de Canadá!
Trooper viene a significar en castellano soldado de caballería, y la canción hace referencia a un episodio marcado con letras de sangre en la Historia militar británica. Entre 1853 y 1856 se estaba disputando la guerra de Crimea entre el Imperio Ruso y una entente de otomanos, franceses, británicos y del reino de Cerdeña unidos para aplacar las ansias expansionistas de los Romanov.
Vaya por delante que ayer le dije a mi mujer dos veces motomami y me contestó “déjate de idioteces y ponte a fregar la terraza” (como sabéis, la tormenta de arena saharaui ha hecho también estragos en la paz y concentración de nuestro equipo colaborador, obligado a lavar coches, terrazas y demás manejos mundanos que suelen evitar exitosamente).
Y llega 2022, el año en que íbamos a recuperarnos, a cobrarnos lo que se nos debe, a volver al turista y el viajero, a no horrorizarnos con guerras siempre irracionales y a vernos con Enrique Bunbury el sábado 10 de septiembre en Madrid.
Llevo meses escuchando de vez en cuando el fanzine-disco “Antipersonal”, que Kike M amablemente me hizo llegar el año pasado y lo primero que debo decir es que la contracultura, la cultura alternativa, sigue teniendo artistas jóvenes que artesanalmente buscan espacios, plataformas y modos de comunicación que se ajusten a su mensaje sin ajustar el mensaje a los medios.
David Bowie, el gentleman británico, el White Duke, el Señor elegante y autosuficiente que en 2003 rechazó el título de Sir que le otorgaría la reina Isabel II, porque “no tengo intención de recibir una de esas cosas. Seriamente, no sé para qué sirven, no me he pasado la vida trabajando para eso”.
Nada nuevo podré contar aquí sobre esta joya. No es mi intención. Rescataremos algunas curiosidades sobre su gestación, por si alguien que esté leyendo estas líneas desconozca su historia, pero aquí, lo que pretendo, es contar una historia de amor.