No me importa llorar
No me importa reír desencajado
Bajo esta puta mascarilla
No me importa la tristeza
Estuve en el límite y no me gustó
Me tuvieron 25 horas
Haciéndome preguntas y metiéndome drogas
Autor: J. Félix González-Encabo
Si cerráis los ojos, la voz de Josh Teskey os llevará a los mejores cantantes de blues y soul que hayáis podido escuchar pero hay un pequeño detalle que nos choca : se trata de un tipo con cara de niño, pelo rubio largo al estilo Brad Pitt en «Thelma y Louise» y es australiano.
La noche terminó cenando y bebiendo a las intempestivas once frente a una mesa en la que expandía su halo el mítico Panenka, rodeado por su cohorte de atractivas mujeres rubias arrebujadas en pieles. Incrustadas, apretadas, dibujadas, deseadas en pieles.
Panenka es un loco que un día se saltó las normas y se jugó la gloria y el destierro a cara o cruz y ganó. En las cosas importantes no cabe la tibieza.
Segunda semana consecutiva que dejamos en espera el blues rock americano, esta vez tras haber visto el vídeo «Tú me dejaste de querer» de la estrella del trap C. Tangana, acompañado una vez más por el cantaor y guitarrista flamenco Niño de Elche y, en esta ocasión, por la cantaora la Húngara.
Noche de difuntos, día de todos los santos, halloween…, como quiera que os guste, el hecho es que nada más empezar este 1 de noviembre en toque de queda ha fallecido el saxofonista y genio del jazz Pedro Iturralde, autor de aquella obra maestra del jazz fusión, acompañado por Paco de Lucía, titulada Jazz Flamenco.
No importaría la distancia,
no importarían las diferencias,
ni siquiera importaría el odio.
Nada sería tan poderoso
como mi abrazo alrededor de su cintura.
Esta noche comienza el otoño, cambiamos la hora y los días se acortan pero seguiremos sonriendo. A pesar del frío, de los problemas y de la locura que hace días se manifestó de nuevo en el horrible asesinato de un profesor francés, decapitado a manos de un cobarde radical islamista.
Decidnos si «Homerun» y «What it´s like» no se parecen, si no estamos una vez más ante el eterno retorno o ante la necesaria e inconsciente influencia de los clásicos en las nuevas generaciones.
Las fechas, sus conexiones y los padres. Al final, cuestiones que nos obsesionan. Por cierto, aunque parecía un gato huyendo por una cocina, también me gustaba la enigmática Yoko, esa mujer oscura que sedujo y acogió a nuestro niño abandonado de posguerra y que en el 80 dejó grabado su orgasmo sonoro en «Kiss, kiss, kiss» para los niños autodidactas cuya educación no tutelan suficientemente sus progenitores.
En el número 79 apareció un poema firmado por Encabo, a la sazón mi segundo apellido paterno, junto a textos de Juan José Millás, Antonio Escohotado, Quim Monzó, Ray Loriga, Juan Manuel de Prada y Javier Corcobado. También aparecían otras firmas que, como la mía, se perdieron en otras cuitas.
En el año olímpico de Barcelona 92, un andaluz rumbero flamenco con gran flequillo ya algo canoso y porte desgarbado arrasó con un disco que invitaba a bailar. Se trataba de Kiko Veneno y la colección de canciones «Échate un cantecito» con clásicos como «Lobo López» y «En un Mercedes blanco».
Somos felices, tenemos derecho a ello incluso cuando fallan los cimientos. Negamos la demolición, en eso consiste la única revolución fructífera que hoy se nos permite. Y no es poco.
Amigos, familia en dosis adecuadas, música, naturaleza, un gato, cerveza, caricias, seducción…, belleza.
Hoy dejamos los US y nos vamos a Paris, de donde salieron locos como Manu Chao y el misterioso dúo Daft Punk, capaces de hacer bailar a los muertos. De la «patchanka» multicultural al techno con clase, bienvenue la folie de Paris.
New York, la historia de Ryan Adams y una historia nuestra.
Yo era director de exportación de una fábrica de cárnicos, bajé a comer al restaurante y en la mesa alguien dijo que un helicóptero chocó contra el World Trade Center de Nueva York. Un accidente. No, un avión. No, los accidentes no existen. Quince minutos después seguíamos viendo imágenes en directo, no recuerdo que habláramos, ni siquiera las inocuas conversaciones de compañeros de tantos días, sólo mirábamos. El segundo avión se incrustó en la otra torre y la tarde, al igual que la mañana se borró. Sólo quedó ese momento para siempre.
Nos gustaría compartir este brillante artículo sobre Woody Allen y lo que, desgraciadamente, no es su obra y fagocita casi toda conversación sobre él. Y más allá del cineasta norteamericano, sobre la dicotomía entre gran arte y artista moralmente e incluso penalmente reprochable, así como algunos ejemplos sorprendentes a lo largo de la historia.
Cada sábado un cañonazo.
Hoy abrimos con Stone Temple Pilots, a quienes algunos colaboradores y allegados pudimos disfrutar en la sala Aqualung de Madrid en noviembre de 1995. Inolvidables aquellos tipos tirándose desde los altavoces sobre el público, tiempos de moshing y casi alguna cabeza rota.
Siempre me hundió el final del verano, desde niño, cuando se suponía que debería ansiar ver al resto de capullos de la clase tras dos meses de paz y soledad, hasta adulto, cuando a cada septiembre me planteaba tristemente vacíos objetivos no medibles para sobrellevar el tedio que me producía…
Carreño tiene la cara angulosa, morena y agujereada. Su dentadura amarilla es como un piano maltratado por el tiempo y su risa es escandalosa y febril. No le importa tener pocos dientes a su edad: unos treinta y cinco. Sin duda, el tahúr repartió las cartas y los ases fueron a las manos de siempre.
– Estaba en Las Ramblas de Barcelona y me echaron las cartas. El de Marsella no; el brasileño, que es el bueno aunque más peligroso. Me dijo: » Muchacho, nunca he visto a nadie que me saque tres comodines. Tú vas a tener estrella, victoria y luz pero el dinero no lo verás. El poder no está hecho para ti «. Y aquí estoy, sin un duro porque no lo quiero. Yo he prescindido de los bienes terrenales. Sólo necesito tabaco, café, mis walkman y un saco de dormir.
No fue el inventor del rock, antes estuvo Chuck Berry -probable padre del rock- y también Buddy Holly, […]
– Volviendo a lo de antes, las mujeres tienen un radar especial que les avisa de los partidos de Champs, incluso en su estado matrimonial más avanzado son capaces de detectar ocasiones de gol antes de que se produzcan y boicotearlas con algún tema trascendente.