Oxígeno mental, relato contra la violencia machista

Otra vez y con poco aire en los pulmones daba pasos erráticos en la penumbra, rogaba por la salida, sabía que estaba a metros y parecían kilómetros. La luz seguía apagada, nadie salió pues era madrugada, dormían plácidamente  ignorando mi desesperación; dejaba atrás, en el departamento de dos ambientes que de golpe se volvió una caja diminuta,  a mis dos hijos que también dormían.

Led Zeppelin, a 41 años de su adiós

El 4 de diciembre de 1980, con el escueto comunicado “Deseamos que se sepa que la pérdida de nuestro querido amigo, junto a la profunda sensación de armonía indivisa que sentimos nosotros y nuestro gerente, nos han llevado a decidir que no podíamos continuar», Led Zeppelin, la super banda de Londres concluía su periplo terrenal,…

El poder del perro y la seducción, un western queer

1925, un rancho en Montana, una familia disfuncional en lo emocional, una mujer alcohólica, un suicida ausente, un cowboy difunto, un adolescente casi andrógino, un paisaje entre la aridez extrema y la exuberancia sthendaliana, animales sexuales, vaqueros como animales, la contención y el trauma, la veneración y lo enfermizo. Y el erotismo.

Poemas WC

Todo empezó como un juego en nuestras redes sociales. Sin importar ganadores o vencidos. Escribir, en menos de dos minutos, pequeñas reflexiones o poemas, a sabiendas de que el resultado bordearía entre el rotundo fracaso y el suficiente raspón. Mi hermano y capitán de este barco sin arpones en busca de Moby Dick los bautizó, con humor y acierto, como Poemas WC.

Sitios soñados

En Montevideo Desconozco si esto es Uruguay Pero en Uruguay Los perros dejan huellas Y no vi más que un perro tumbado Muchos hombres con remeras Que se sacan y hablan solos En grupo, al paseante O cantan himnos supuestamente futbolísticos En la parte vieja Hombres ajados por el sol, el mar y el interior…

Petite maman: retrato de una niña, retrato de dos niñas

Es difícil escribir sobre Petite maman (2021, Céline Sciamma) sin desvelar ningún misterio (no los llamaremos spoilers, aquí son misterios) y, lo que es más importante, sin mentir. Y es que en la mayoría de resúmenes o reseñas que he leído se miente flagrantemente. 

Origami, historia de amor y muerte

Nueve de agosto de 1945. Lleva ya tres días de viaje, la mayor parte a pie. Sólo ha comido un cuenco de arroz que alguien le ofreció. El cansancio y las imágenes que ha visto le pesan como fardos de arena en las espaldas. Le duelen los pies, y sobre todo los oídos. Pero no le importa.

American Rapstar, chicos tristes y cine independiente

La semana pasada se ha celebrado en Barcelona el Festival Internacional de Cine Documental Musical InEdit y por allí se ha pasado Gema Monlleo, que nos comparte su visión de «American Rapstar», probablemente la película más impactante de esta edición, historia de raperos en Florida, recién subidos a la industria musical y enganchados a los opiáceos, la última epidemia de drogas que consume Estados Unidos.

Shanghai-Doha o la suerte del vuelo nocturno

…la vida serán dos segundos con olas, risas, niños, enfermedad, compromisos, miedos, gastos innecesarios, amenazas, aburrimiento, viajes sin hijos, nido vacío, muertes de seres queridos, coche nuevo, mobbing, fortaleza y crecimiento, adolescentes, teatro infantil y horas de vídeo, discusiones cíclicas con adolescentes, el hombro para que lloren, las primeras arrugas suyas, miradas cariñosas, cuñados, sexo intermitente, jardinería, libros compartidos, lágrimas de alegría y algunas más de dolor, quizás divorcio y aun así amor eterno que durará lo que duran los dos segundos de su cabello cayendo sobre su ojo derecho. 

El día que volví a ayer, adolescencia y periodo especial en Cuba

Quince años después, en el noventa y cinco, La Habana se debatía en medio del período especial, un tiempo surrealista en que los ómnibus se convirtieron en camellos y las íntimas en trapos viejos. La carne de res se transmutó en pasta de oca y el pan con algo en pan sin nada. La falta de vitaminas nos volvió más pálidos que el personaje de Lugosi y los cines oscurecieron sus pantallas; no había electricidad para Abbot, Costello, Delon o sus sucesores en el favor del público y de las fancitas.