Diecinueve años después, Pau Casals y Antonio Machado

Diecinueve años después y algunos días más tarde, un músico con sombrero cruza el umbral de un camposanto. Es una tarde de grises que pugnan entre sí. El músico lleva abrigo pues hace frío. Camina entre las lápidas que algún día fueron de marmóreo blanco cenital hasta encontrar su destino, una tumba sencilla.

Hoy no, el Madrid juega en Manchester

– Volviendo a lo de antes, las mujeres tienen un radar especial que les avisa de los partidos de Champs, incluso en su estado matrimonial más avanzado son capaces de detectar ocasiones de gol antes de que se produzcan y boicotearlas con algún tema trascendente.

Entrevista a Pedro Casariego Córdoba. No hay titular, éste es el titular

“Abrí la puerta. No había nada. Me había puesto mi paracaídas. Mi paracaídas singular se abrió. Como los hormigueros en primavera. Como el vientre de la nieve cuando recibe a los jinetes. Salté. Sin prisas. Para abrazar aviones. Porque sí. Con toda la razón del mundo. Con todos los papeles en regla. Un salto impetuoso. Sin memoria. Un salto…

Nebraska

Soy uno de esos tipos cabrones
que no pegan a su mujer
porque la quieren
Uno de esos tipos cabrones
que follan con putas
porque ellas no Son.

Breviario y retales de tiempos raros

Todos los viernes toma un tren de regreso a casa. En el andén 27 de la estación central de Múnich, Cada viernes, somnoliento, camina por las frías aceras a veces nevadas y siempre heladas. Todos los viernes toma un café. Un café y un croissant, en el quiosco de la estación: La brioche dorée.

Leaving Las Vegas, la Ciudad de Nunca es Suficiente

(Me he enamorado de Sera, la prostituta de Las Vegas. Sera, que llegó a la ciudad de los neones huyendo de un chulo que la maltrataba y quien, Mercedes amarillo mediante, regresa para someterla de nuevo.)

Visa poética para Chihuahua

Vaya, me invita de palabra porque el pasaje, si no es por Carmen Julia, hubiera tenido que sacármelo del trasero. No hay manera de hacerles entender a los extranjeros que aquí el peso no está devaluado, como en México. No, señor. Está invaluado, no sirve para nada, es el anti-dinero. Para las cosas importantes —como los viajes— o te buscas los dólares o te aguantas los dolores. 

Sitios soñados

En Montevideo Desconozco si esto es Uruguay Pero en Uruguay Los perros dejan huellas Y no vi más que un perro tumbado Muchos hombres con remeras Que se sacan y hablan solos En grupo, al paseante O cantan himnos supuestamente futbolísticos En la parte vieja Hombres ajados por el sol, el mar y el interior…

Maltrato, auroras boreales y baldosas amarillas

En cuanto entra en casa Elena se ovilla en el suelo de su habitación llorando y escondiendo la cara. Espera que no le deje marca el puñetazo de Alicia. Casi prefiere los codazos o los insultos, que no se notan. Ni siquiera en su cuarto se siente segura.

Nevermind

Entonces teníamos padres como emperadores
a los que matar,
padres que nos herían con su ejemplo
y abnegación,
padres que esperaban obstinados
con el miedo a que nos disparásemos en el pie.

Ignorancia, relato de la otredad por Fernando Cabezón

Del establecimiento, sale la dueña con un juguete en la mano y se sienta en el bordillo que hay a la entrada. Los propietarios son chinos. Unos de los tantos que han emigrado desde su país y han importado sus sopas, fideos, ojos rasgados, sonrisas enigmáticas y sentimientos cohibidos.
Pero tú no sabes nada.

no vivo: pienso

“Temos, todos que vivemos, uma vida que é vivida e outra que é pensada, e a única vida que temos é essa que é dividida entre a verdadeira e a errada”. Fernando Pessoa últimamente no vivo: pienso que vivo y lo que ocurre luego es diferente. no logro corresponder mis pensamientos con la realidad, por…

Darién 96, cuando nunca pasaba nada

Año 1996, frontera colombo-panameña, un estrecho pedazo de tierra muy codiciado por su posición geoestratégica denominada estrecho de Darién, tapón de Darién o sencillamente selva del Choco. Uno de esos sitios fronterizos donde bandidos, guerrilleros, colonos y retenes del ejército se enfrentan cada día en una lucha por la supervivencia muy alejada de nuestros valores occidentales de sociedad de bienestar.

Impacto

 En la radio, el locutor de voz rota dio paso a Mi gran noche de Raphael. Y Ana sintió algo cercano a lo que debía significar la felicidad completa.  Sus pies, libres de la dictadura del tacón, bailaban al ritmo de las alegres notas que luchaban contra el sonido tribal que producía la lluvia torrencial al chocar con el techo.