Era viernes santo

Ella está haciendo ruido en su habitación, creo que estaba dormida y son las 8:30 de la tarde de un día de abril nublado. De un día más viviendo y dejándose vivir. Sin él y con toda la carga del tiempo y la familia, la carga de los que imponen la alegría a quien ya no la necesita, de los que miran adelante.

Road movies, desarraigo y epifanía (I)

¿Cuál es tu película de carretera preferida?, ¿existe un formato predefinido con sus reglas necesarias?, ¿por qué nos gusta huir hacia delante? Road movies, vamos a repasar algunas que tenéis en mente pero queremos que nos aportéis candidatas al top ten. Se admite todo.

Ayombero o guerrillero (II)

Debian ser las cinco de la mañana y nuestro pequeño grupo fue interceptado en el parque de Laureles de la capital Antioqueña. Nosotros éramos tres, ellos al menos una decena. Nos cortó el paso un tipo grande con sombrero de finquero y bigote de galán; pistola al cinto, camisa a medio abotonar, el perfecto protagonista para una telenovela de grandes terratenientes y verdes pastos.

Ayombero o guerrillero

Bienvenido a la ciudad de la eterna primavera, con sus 21 grados perpetuos y su alegría contagiosa. Bienhallados en el valle del Vallenato y la cultura esgrimida como argumento subversivo y de resistencia pacífica al triste alegato de las armas y la sinrazón.  Eterna balacera ”huevón”, mal parío, hideputa …y se ríen de sus suertes, y las cantan , no sé en qué orden. También mueren, y huyen …tampoco sé bien el orden.

Vendedor de geles y desinfectantes en el segundo anillo

…Eso pensó sentado en una butaca del Holiday Inn de no se sabe qué distrito de Moscú porque ni aprendía cirílico ni le importaba ubicarse.

Lo suyo, simple y llanamente, era estar de paso.

Como en la vida, como su abuela y las varices de ambos camino de la madre tierra.

Generación beat: más allá de la Santísima Trinidad

Es un hecho que el trío formado por Kerouac, Ginsberg y Burroughs fue la Santísima Trinidad de la Generación Beat, tanto por su relevancia como por el poso de sus obras más representativas. En el camino, Aullido y El Almuerzo Desnudo se han convertido en clásicos de la literatura, obras de culto para millones de lectores. Pero sería injusto olvidarnos de otros componentes que…

Sara Nieto y sus microrrelatos delikatessen

Ayer no dimos crédito con la divertida astracanada sadomasoquista de Teresa Dovalpage en “Amor a primera fusta” y el lunes nos maravilló el encanto, coherencia y base músico-literaria de Anni B Sweet. Hoy sólo tres microrrelatos, para ser releídos, de Sara Nieto, a quien como debe ser hemos conocido de casualidad. Cruces de caminos.

Amor a primera fusta

Para los no enterados, kink es lo que se conoce finamente como “sexualidad alternativa,” entiéndase dominación, disciplina, encordamiento, suspensiones, uso de collares y látigos y un largo y doloroso etcétera. Prácticas sadomaso, vaya. Una revista sicalíptica —a la que mi abuela llamaría de relajo— para la que escribo en inglés bajo seudónimo buscaba un reportero que se infiltrase en la feria y contase del pe al pa lo que pasaba allí.

Cuento inexistente

Esta es la historia de un cuento que no fue escrito y fue condenado a vagar eternamente por el limbo de los cuentos…todos los cuentos le miraban por encima del hombro y con desprecio le recordaban que un cuento no pervive si no es escrito, que su existencia sería tan fugaz como una brisa de finales… que no sería ni siquiera un recuerdo, ni un eco, ni una huella desgastada, ni un indicio, ni siquiera sería un vestigio, ni una prueba, ni restos…

La balsa

Hace buena noche pero no sé lo que llevo puesto, no soy consciente de mí mismo, crucé la plaza como un espectro de vuelta a su hogar tras el gran aquelarre, todo me trajo hasta aquí, estoy a un mes de los exámenes a los que no me presentaré una vez más, mis padres desconocen mi vida y yo desconozco las sorpresas que ésta me depara, camino del fracaso absoluto, yo que tanto.

Salto de fe

Fue en otoño cuando ella lo dejó; en otoño cuando su padre descubrió su afición por empuñar cinturones y es en otoño cuando se ha atrevido a dar este paseo. El año tiene cuatro estaciones y en su vida han sobrado tres.

ejercicios de tiro

la vida la hacen ciertas
tardes en las que ocurren
los hechos más improbables.
en aquélla, se acercaba
el silencio desde muy pronto,
cada vez más incisivo
hasta la orilla,

Cambio climático

¿Os habéis fijado que antes, cuando alguien moría en un libro, siempre llovía? Y es que la lluvia ayudaba a crear ambiente. Sus tonalidades plomizas y húmedas subrayaban la tristeza y el recogimiento y amplificaban el dolor de la pérdida. El cielo lloraba y los personajes, también. Tenía coherencia.

La princesa de Culiacán

—Los hombres no lloran, cabrón.
Alex se quebró. Tras el deshielo de la tensión acumulada, todo en él reventó formando una explosión de angustia y miedo que inundó la habitación.
—Hijo de la chingada –Amador cambió el tono–. Va, tranquilidad. Ambos estamos molidos. Mira –dijo señalando el colchón situado en el suelo situado detrás de Alex–. Ve y échate un coyotito. Luego ya seguimos.

No me importa llorar

No me importa llorar
No me importa reír desencajado
Bajo esta puta mascarilla
No me importa la tristeza
Estuve en el límite y no me gustó
Me tuvieron 25 horas
Haciéndome preguntas y metiéndome drogas