Vi a Dios y dije: Mátenlo,
pero eso no lo mató,
solo lo volví stiff,
se hizo el muerto.
Mi padre era Dios
tarareando entre los olivos
y me corté la oreja,
nunca pude perdonarlo
por darme la vida.
Me confiné en la lluvia
como un muro.
Con los brazos en cruz,
Mi cuerpo es una puerta que da al mar.
Me abro como los balcones, como las putas,
como una playa que no ha conocido hombre,
y
mis caderas son agua,
Toda yo un verso
El amor es sólo
la caída del alma.
Dos gotas de lluvia rebeldes
anhelaban ser una sola lluvia ,
sobre los pies cayeron
como niños, como un sueño
del Señor, limpias como el mar,
rubias como nuestro oro.
¡Oh, ningún maíz es tan dulce!
¿No lo ves?
Me encanta vivir así.
Como un trozo de alba.
Como lágrimas de árbol caídas
en el umbral de tu puerta.
Este otoño es mi regalo.
El tipo de desnudo equivocado
El problema
es que hoy en día
la mayoría de los hombres
saben dónde está el clítoris
pero no pueden
encontrar tu corazón
y mucho menos
el suyo propio.
Sus ojos son dos lapislázuli
sobre corrientes de leche
flotando como nenúfares
todo lo que he conocido son putas, ex-prostitutas,
mujeres locas. Veo a los hombres con mujeres tranquilas,
mujeres amables, las veo en los supermercados,
los veo caminando juntos por las calles,
los veo en sus apartamentos : gente en
en paz, viviendo juntos. Sé que su
paz es sólo parcial, pero hay
paz, a menudo horas y días de paz.
Todo lo que he conocido son locos por las pastillas, alcohólicos,
putas, ex-prostitutas, locas.
cuando una se va
llega otra
peor que su predecesora.
Veo tantos hombres con chicas tranquilas y limpias con
vestidos de guinga
chicas con caras que no son glotonas o
depredadoras.
“No traigas nunca a una puta”, les digo a mis
pocos amigos, “me enamoraré de ella”.
“No podrías soportar a una buena mujer, Bukowski”.
Necesito una buena mujer. Necesito una buena mujer
más de lo que necesito esta máquina de escribir, más de lo que
necesito mi automóvil, más de lo que necesito a
Mozart; necesito tanto a una buena mujer que
puedo saborearla en el aire, puedo sentirla
en la punta de mis dedos, puedo ver aceras construidas
para que sus pies caminen,
Puedo ver almohadas para su cabeza,
Puedo sentir mi risa esperando,
Puedo verla acariciando un gato,
Puedo verla durmiendo,
Puedo ver sus zapatillas en el suelo.
Sé que ella existe
pero ¿dónde está ella en esta tierra
mientras las putas me siguen encontrando?
Valencia (España)
Imagen : Igor Shrayer (Israel)
un volcan de palabras esta chica
Es discutible , es imposible ,es amargo , pero sigo siendo un hambre enamorado. Me gusto tu hipótesis.