Un viaje a ninguna parte

NYC train Marco Ortolan

¿Tomarías un tren a ninguna parte?

Yo lo hice.

Todos los miércoles. 

Salía temprano, llegaba tarde.

No recuerdo bien si yo andaba buscando ese tipo de tren o él me buscaba a mí.

Cada mañana de los miércoles, bien temprano, yo tomaba mi billete y entraba en la estación azul de los trenes a ninguna parte. 

Los vagones van vacíos y el paisaje es hermoso y cambiante. Cuando llegas a destino, te apeas y respiras, respiras y miras, te preguntas si podrías vivir allí y vuelves de regreso a casa.

Siempre regresas por un camino distinto porque es una de las premisas de este tipo de viajes. El paisaje nunca se configura de igual forma y mantiene siempre tu atención e interés. A no ser que duermas, también puedes dormir en los trenes a ninguna parte, porque lo necesites o por placer. No se sueña en el trayecto, se sueña después … Es una de las ventajas, entras en breves trances donde no eres más que un tipo descansando que ni viene ni va a lugar importante alguno.

Los trenes que van a lugares suelen ir llenos y la gente no habla mucho. 

Aquí no hay apenas nadie y al estar solos hablamos más. Puedes ser quien quieras en los trenes a ningún lugar, puedes incluso no ser. Es otra de las condiciones del billete, puedes inventar ser quien quieras siempre y cuando te comportes como tal y no dañes. No se puede dañar, ni romper nada, todo debe volver a su sitio tras el trayecto.

Durante ese tiempo coincidí con gente que también gustaba de tomar este tipo de trenes y charlábamos.

Prohibido venir de algún lado e ir a otro lugar, lo pone en las normas de obligado cumplimiento.

Tampoco sabes nada de distancia ni velocidad, ni hay reloj, ni café, ni paneles indicativos, solo grandes ventanales y cómodos asientos.

Tan pronto es de día como de noche en el tren a ninguna parte y contar estrellas es una de las principales atracciones y divertimentos de los pocos viajeros que te encuentras.

Como ya digo no sale de estación fija y no tiene horarios definidos, pero yo lo tomaba los miércoles, temprano, en la mañana.

Hace tiempo que ya no lo tomo,

ahora siempre voy a algún lugar,

afanado como todos,

presuroso de llegar.

Freddy Santos


Imagen : Marco Ortolán