Política, tecnología, ideas proscritas, imperio de la felicidad y cosificación del débil, parece ciencia ficción futurista y de tipo política ficción pero no es nada que nos sea ajeno como individuos y como sociedades. Whatcha!
libros y cine
Y esto se deja ver en su concepción literaria que le ha llevado a ser uno de los puntales en la regeneración de la narrativa de nuestro país. Una batidora donde mezcla, con un manejo del lenguaje endiablado, quarks y leptones con Borges, el cine americano, la cultura Pop y Punk y el jamón ibérico de pata negra.
Nada de lo que vaya a contar sobre este libro no se ha dicho ya. Y, sin lugar a duda, con más profundidad, belleza y conocimiento, teniendo en cuenta las numerosas críticas, comentarios y premios que ha tenido a lo largo de este año. Mario Vargas Llosa, Juan José Millas, Luis Alberto de Cuenca o Enric González son algunas de las personalidades que han mostrado su entusiasmo por este ensayo.
El blanco móvil fue adaptado, en 1966, para el cine por uno de los mejores guionistas de Hollywood, William Goldman. Este fue su primer guion y consiguió con él el Premio Edgar, lo que le abrió la puerta para escribir otros grandes guiones, entre ellos Dos hombres y un destino –también con Newman- por el que obtuvo su primer Óscar.
Hay artículos que se escriben sin contener la respiración. Que se disparan en el tiempo que tardas en apretar el gatillo de las teclas de la máquina de escribir. En el tiempo que dura una canción. Femme Fatale de Lou Reed. El tiempo que dura un Bourbon. Wild Turkey de Kentucky
Me confieso mitómano de Audrey Hepburn, por lo tanto desisto de ser objetivo al analizar su inigualable elegancia y su memorable interpretación. Baste decir sobre la validez de mi juicio que cuando Audrey Hepburn murió, al día siguiente fui a clase, yo que no era muy de ir a clase, a la facultad de negro riguroso, y eso que ese día no había ninguna fiesta programada de The Cure.
La novela está ambientada en un Vietnam en plena guerra colonialista entre franceses y nacionalistas comunistas como principales bandos, a los que había que unir, unas veces a la expectativa, otras tomando partido más o menos veladamente a los muy devotos pero poco ritualistas Hao Hao