Me miro en el espejo y no veo una mujer
Veo curvas rectas
Veo nudos, enredos
Y una boca asustada en el centro
Que reza así:
No me beses
No me hagas daño
Acéptame
—
I look in the mirror
and I don’t see a woman.
I see straight curves.
I see tangles, I see knots
and a frightened mouth in the center
that prays like this:
Don’t kiss me.
Don’t hurt me.
Accept me.
Extiende las piernas de tu dolor
que yo lameré sus esquinas
hasta que se corran en mi boca
como lo haría un helado de canela.
Permíteme chupar
tus paredes de seda,
las arrugas en tu alfombra,
el sexo de las flores en tus ojos.
Hacerte el amor es venir confundida
de la tierra al cielo, como una golondrina.
Es pinchar el río hasta que sus ojos rían
de las cosquillas, del sonido
que dejamos sobre la hierba,
cuando agotados, miramos el mar
y lo hemos vuelto vino.
Amar en tiempos de tinder
Tíralo.
Ya no lo vas a usar más.
Espera.
Quizás.
Quizás se pueda usar otra vez más.
Pero.
Quizás hay otro mejor.
No te dejes llevar.
Si muestra interés, da la mitad.
Espera.
Quizás haya otro match.
Quizás puedas mejorar.
Pero. Espera. Quizás.
Otra vez más.
El tic
Contracción involuntaria de sinapsis neuronales
– demasiado rápida –
que me impide seguir unos ritmos celulares normales.
No es mi culpa haber nacido con tanta rabia
con tanta ira colmada y sazonada de confusión enamorada
casada con la farsa larga en este campo de aceitunas amargas
que me aran una entrada al magma al centro de la Tierra quemada espantada e infestada
por mosquitos que se proclaman raza humana aunque la simple frase “Te quiero”
ya les atraganta y les mata
No es mi culpa ser así de impaciente
que ni tan solo uso comas porque no hago pausas ni tan solo en el habla
y me atraganta la pasión de vivir me atraganta la misma calificación de ser mujer humana
sana que se erige en el agua
No es mi culpa
Quedaos con vuestra puntuación deseada: , . ! ?
me desangro y es tu sangre.
no la mía.
¿no se supone que la familia no se hiere las heridas?
padre. no te culpo. sé que al verme nacer te asustaste. te aterrorizó el poder que yo tendría sobre ti al amarme.
ya nací hecha mujer. nací hablando y te asustó lo que decía.
te asustaron mis dedos sin miedo. te asustó que no fuera como mi madre. ni como tu madre. mi garganta era un túnel que daba a un incendio. mi llanto era un grito al cielo con palabras formadas de un sentimiento nuevo que no comprendías. trataste de ocultarme. trataste de salvarme de lo que no habías visto nunca. una mujer libre. una mujer salvaje. quizás forma parte de ti esta forma de ser hombre. esta forma de taparte. cuando me llamabas y no hablábamos de nada importante. del tiempo quizás. sé que era la única forma que tenías de mostrar afecto. pero me cansé de fingir. una hija no debería pedir un te quiero porque sería pedir demasiado.
tan solo tenemos en común la sangre.
y la mía llora en ti
y la tuya llorará en mí
para siempre.
Sumérgete en la sorprendente poesía de Paula Arbona en Profesor Jonk
Imágenes : Maria Folger