Al comienzo de la Gran Guerra, con veinte años de edad, Joseph Roth se enlistó en el cuerpo de voluntarios. Estuvo en el frente durante ocho meses y formó parte de las fuerzas de ocupación en Ucrania. Después de ser apresado y pasar un tiempo en la cárcel logró escapar y viajó a Viena. Ahí comenzaría la vida errante de Roth.
El sonido de lo que posiblemente sea un plato rompiéndose nos saca de la hipnosis. Bajo la escalera, se oyen voces; juraría que son dos fantasmas discutiendo junto a la alacena. Dos espectros rojos con los ojos encharcados que juegan al tira y afloja con la vajilla y el hambre. Mi hermana, -quien asumo, odia los ruidos-, sube el volumen de la televisión justo cuando los cuchillos vuelven a lanzarse y el pestillo de la puerta no es lo suficientemente fuerte como para enmudecerlo
ya tengo los restos de otra tarde
a mi disposición,
listos para presenciar
el último intento de resurgir
del silencio y del olvido
¿Por qué alguien deja de ser quién es? ¿Es la amnesia un castigo o puede ser una oportunidad? ¿Salir de uno mismo es una huida voluntaria o la consecuencia de una escapada provocada? Estas son algunas de las preguntas que Agnieszka Smoczynska plantea en su película Fuga (presentada en la Semana Internacional de la Crítica en Cannes en el año 2018 y ganadora del Méliès d’Argent en el Festival de Sitges del mismo año).
Ajeno a todos estos pensamientos y emociones, el cuento de Cenicienta se bate contra las olas en una lucha feroz y desigual. Intenta mantenerse a flote apretando firmemente sus páginas, cada vez más húmedas, en un intento desesperado de mostrar resistencia al tempestuoso líquido que le azota el lomo y se cuela ora por el flanco de su cubierta, ora por el de la contraportada, como un ejército de gotas infinitas pertrechadas con balas de espuma y sal.
El Niño de Elche prepara el lanzamiento de su nuevo álbum, “Flamenco. Mausoleo de celebración, amor y muerte”, en el que reivindica el flamenco de Antonio Mairena, Pepe Marchena, Manolo Caracol, Rafael Farina…, los grandes clásicos del cante jondo antiguo, crudo y sin artificios. Y lo hace en un disco minimalista producido en el que colaboran Raúl Refree y Rosalía.
Marzo, aborrecible y sin trabajo. Después de la entrevista —la tercera de este mes—,
Germán Huesca salió a la calle con plena conciencia de su fracaso. El sol comenzaba a
declinar entre los edificios de una ciudad caldeada en el aire imbécil de las cuatro. Caminó
sin rumbo, las manos hundidas en los bolsillos del pantalón. Se detuvo frente a las puertas
de una cantina, atraído por el jolgorio de un conjunto que entonaba sones y matanceras.
Socorro Venegas escribió Ceniza roja (Páginas de espuma, 2022) hace 23 años, cuando su marido Alan murió de forma súbita. Por prescripción médica volcó sus emociones en fragmentos, sin voluntad de continuidad regular, y aquel diario de duelo insepulto se materializa ahora en un poético libro ilustrado por Gabriel Pacheco.
Por fin tengo buena memoria, sé lo lejos que me quedaba grabar un disco hace 10 meses. Autogestionarse y autofinanciarse un disco, conciliando con otros trabajos y con familia monoparental no es muy fácil. Estoy muy orgulloso de este trayecto, de tener la gente que tengo alrededor, incluso de mí mismo, y me hace tenerle aún más cariño al disco.
En Salamanca conocí un pucelano que por las noches hablaba de “tierra comunera”, era beberse unos vodkas y corríamos el riesgo de acabar añorando hasta el amanecer un gobierno que nunca existió, más allá del imaginario de los locos de aquella primera revolución moderna de 1520 frente al emperador Carlos V.
Le sorprendió sobremanera ver abierta la librería de viejo un domingo; a fin de cuentas, no existía una combinación más mortecina y aburrida que la de Oxford y un domingo. Siempre pensó que los domingos eran unos días infames que había que dejar transcurrir y pasar de puntillas, pero es que allí alcanzaban la categoría, como escribió en algún sitio Baudelaire, de domingos desterrados al infinito.
Cuando tú no estés
Buscaré una costa infinita de rocas amorfas
Dedos de titanes que se enfrían al mar
Cuando tú no estés
Aclamada por la crítica, Pacifiction, de Albert Serra, compitió a la Palma de Oro en el pasado festival […]
Libro al margen de la trama, que a mi juicio no busca tanto un viaje por la historia de la violencia en México (desde el exterminio indígena bajo corona española en el siglo XVIII, hasta las atrocidades de los cárteles de la droga y, especialmente, los desaparecidos contemporáneos -más de 52.000 según la ONU que requerirían 120 años para proceder a sus identificaciones, una cifra tan mareante como inasumible-) sino una sensación…
padre. no te culpo. sé que al verme nacer te asustaste. te aterrorizó el poder que yo tendría sobre ti al amarme.
ya nací hecha mujer. nací hablando y te asustó lo que decía.