María Gateu tuvo el arrojo de contactarnos este horrible verano y captar nuestro interés. Por encontrar en todo referencias a Twin Peaks, por sostener que las definiciones siempre son ambiguas, limitantes y subjetivas y afirmar que los determinismos y absolutos le resultan complicados -quizás a causa de la niebla de Lleida, que ambientó muchas de sus vivencias-, por ser locutora de radio, melómana, cinéfila, soñadora y escribir poesía. También por amar a Vedder, Lynch, Wenders, Erice, Kerouac y otros cromos del imaginario Profesor Jonk.
Nunca sabes por qué encajas en un sitio u otro, pero merece llamar a la puerta o levantarse a abrir.
Bienvenida a La banda de Jonk, María
Entre el humo de cien pasos desfilan tus comisuras
y se sostienen
en ese gesto
previo a la lucha
del vínculo entre
razón e incoherencia.
Ya hemos perdido
y ahora
ilustre es quien agarra
con sus manos mi cuello. Soberano es quien coje
consigo
mi cintura y mi pecho
y repite conmigo la letanía dulce y despiadada
de una noche extraña
como esta o como cualquier otra.
Entre el sol y la ceguera de dos inciertos que bailan en presunta
siempre
leyéndose.
A silbidos y de junglas fuera de sí
también se dicen esas grietas con fuerza y en intento siempre
de ser más.
Báilame
sin descoserme
a tientas.
Ciérrame
en el vacío
aunque fuera griten las calles y dentro silben los huesos. Porque
siempre me pregunto cómo recaemos
y sin descifrar
el lujo del intento de quien sin saber compone ese mi camino.
María Gateu en Profesor Jonk
Imágenes : Yuriy Ibragimov