Un cuerpo inerte
no admite lucha,
igual que lo estanco,
el agua sucia
y en parálisis
se rinde a lo perpetuo.
Autor: Maria Gateu
Ya hemos perdido
y ahora
ilustre es quien agarra
con sus manos mi cuello.
Un cuerpo inerte
no admite lucha,
igual que lo estanco,
el agua sucia
y en parálisis
se rinde a lo perpetuo.
Ya hemos perdido
y ahora
ilustre es quien agarra
con sus manos mi cuello.