Soy la ninfa
Que decide sobre qué olas
Siente placer
Cambié mi perspectiva
Decidí cuán profundo
Desciendo en el mundo
En este mar que se abre
Ante mí
¿Por qué duele tanto
Esta distancia sin horizonte
Este secreto que es una daga
Enquistada
Aquí, en mi centro vacío
Quiero cegar este recuerdo malherido
Callar tu nombre en mi espalda
Ser el vientre donde la noche repose
Centinela de tu silencio agotador
Trascender el alma a gritos
Y escuchar atenta, en tu pecho que es mi nido
Tu corazón, mudo de palabras
Abraza este cuerpo sin esperanza
Mi corazón aún siente el latido
De este fuego que no descansa
Entre mis piernas
Hay un temblor
Húmedo
Calor que ofrece
A tus dedos curiosos
Mis labios sedientos
Descubre cada paso
Explora mis recursos
Dentro
Sin reparos
En lo más profundo
Encuentra mi llave
Victoria Larisgoitia (Córdoba, Argentina), poeta afincada en Madrid. Cinéfila y atípica fan de George A. Romero, cada día cae más rendida ante la música de los 70 y 80. King Crimson, Faith no more y Simple minds son algunos de sus referentes. A nivel literario, Peter Strauss, William Blake y el “caos creativo” de Francis Bacon.
En su cabeza tiene -modus profesorjonk- una colección de info inútil sobre películas, clásicos de ciencia ficción, horror, westerns… Si os parece extraña su fijación con George A. Romero, tened en cuenta que conoce de memoria los diálogos de Blade Runner y Jaws-Tiburón.
Fotografías : Korallion, edición limitada de Veronica Liuzzi