Cientos de chalets acosados : acosado por el vecino, por la pareja, por los hijos, por los suegros y cuñados, por la música y la barbacoa cercana, por la bronca de madrugada, por algún polvo veraniego escandaloso con las ventanas abiertas, que nos mete presión y hace pensar si ya pasaron dos semanas, por los coches aparcados sobre las aceras obligando a pasear por el arcén, por el Mercedes de cuatro casas más arriba y por los perros que ladran a las 7:15 aunque haya vacaciones.
Animales no humanos
Una mañana, después de un viaje incómodo en camión, encontré un perro a unos pasos de la carretera. Estaba herido, descarnado, las fauces rojas y espumantes, tumbado bajo un árbol. Respiraba con dificultad. Tenía marcas de mordeduras en el cuello y el lomo. Supe que ese perro era yo. Al otro lado de una línea de arbustos, divisé una manada.
A veces se sentaba en el sofá,
miraba por la ventana,
saludaba feliz a los turistas
y se rascaba la oreja
en un enfermizo gesto.
Totalmente hipnotizado
dormía al sol sin gafas.
a veces me sorprendo esperando
a que respires
y al fin lo haces
y empiezo a observarme
aguardando la próxima vez
esa terca balada de tus pulmones
cansados
La niebla se niega a levantar esta semana, no hay problema, tenemos cuatro grandes poetas ayudándonos a remontar noviembre. Hoy recuperamos a Christian Castiblanco, joven poeta colombiano de quien ya publicamos varios poemas en septiembre. De Barcelona a Colombia y, en breve, a Cuenca y Sevilla persiguiendo imágenes. Salud y abrazos.