Quise llevar a mi chica al desastre
Pero cuando escuché a Van Morrison
Él ya se la había llevado
Con sus palabras y su tristeza
Con sus chaquetas de segunda mano
Y mi mirada quieta bajo la lluvia
Quise llevar a mi chica al desastre
Y no fui capaz
Lo habría hecho magníficamente
Esforzándome en darle lo mejor
Y dejándome absorber
Poco a poco
Por mi desconfianza
Van Morrison tenía un piano
Pero en aquel tiempo despreciaba los pianos
Y el whisky y el bourbon
Y las alfombras y los cojines de colores
Y la noche fría tras los cristales
Y desdeñaba tu cuerpo
Salvo cuando tú sabías
Desdeñaba tanto entonces
La vida, el futuro
Las certezas e incertudumbres
La palabra del padre y el cariño de la madre
La madurez obligada
Y el presente continuo
Me tendía bajo la lluvia
Y guardaba silencio
Pensando en ti
Y el hombre que escuchaba a Van Morrison
Tendido sin hacer nada más que pensar