“Perdimos la inocencia y ya nada volvió a ser lo mismo”
Chris Cornell
Temple Of The Dog fue el regalo colateral que surgió por la pérdida de una voz que pudo haber acompañado a una generación. Un auténtico trabajo de orfebrería que sus componentes hubieran deseado no tener que labrar.
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Corría el año 1988 y una banda llamada Mother Love Bone, formada por Andy Wood (voz), Jeff Ament (bajo), Stone Gossard (guitarra), Bruce Fairweather (guitarra) y Greg Gilmore (batería), surge en la escena de Seattle. No tardaron en hacerse notar dentro del circuito de la ciudad esmeralda. La arrolladora personalidad del vocalista, admirador de Freddie Mercury y Paul Stanley, sorprende con un inusual sentido del humor, que no duda en explotar en sus conciertos (un público acostumbrado a cantantes con tristeza en la mirada), un look más cercano al glam de los 70 que a la moda imperante de la época y un registro de voz a la altura de sus referentes.
En definitiva, una estrella en ciernes que se comportaba como tal tanto fuera como dentro del escenario iluminando a todos los que estaban a su alrededor. Así lo atestiguaba su compañero de piso y gran amigo Chris Cornell, cantante de Soundgarden.
En 1989 graban su primer y único LP, Apple. El 16 de marzo, semanas antes del lanzamiento del disco, Andrew Wood sufre una sobredosis de heroína y entra en coma. Tres días después fallece.
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Soundgarden, de regreso de una gira por Europa, se encuentra en Nueva York cuando les llegan las primeras noticias confusas sobre Andy. Chris regresa inmediatamente a Seattle donde la pesadilla se torna en realidad.
“Entrar al hospital y verlo todo conectado a máquinas y peleando por su vida fue demasiado, no lo pudimos soportar”.
Tras el funeral, Chris Cornell pasa varios días intentando lidiar con la pérdida. Una vez más será la música la herramienta a la que acuda en busca de una catarsis emocional. Coincidiendo con la reanudación de la gira, escribe dos canciones Say Hello 2 Heaven y Reach Down, ambas dedicadas a Andy. Es una experiencia nueva para él, ya que no está acostumbrado a hablar en sus letras sobre personas tan cercanas a su círculo (normalmente trataban sobre situaciones o personajes de ficción inspirados en experiencias propias). Las canciones tienen un registro totalmente diferente a Soundgarden, por lo que descarta trasladarlas a la banda. Optó por grabarlas para sí, tanto la parte vocal como la instrumental sin, inicialmente, más pretensiones.
A partir de aquí los sucesos, incluso para los propios protagonistas, son algo confusos en cuanto a tiempo y forma.
Stone Gossard, tras ver un concierto de un grupo de blues psicodélico llamado Love Chile, queda deslumbrado con el guitarrista y, esa misma noche, le propone algunas sesiones con la intención de reencontrar de nuevo el camino de baldosas amarillas. Su nombre, Mike McCready (uno de los primeros riffs que le mostró a Gossard se convirtió en la base del tema Alive). Poco después, intentan convencer a Jeff Ament para que se una a esta aventura que aún perdura. En un principio Ament declinó la invitación, ya que tras la experiencia de Mother Love Bone había tomado la decisión de dar un giro a su vida. El sí definitivo llegó cuando, en una nueva llamada, Gossard le comenta que van a grabar unas demos junto a Matt Cameron. El batería de Soundgarden es uno de los músicos más reputados del momento y esto enciende de nuevo la mecha del guitarrista.
El nuevo trío, durante estos ensayos y con la ayuda de Matt (aún están en búsqueda de un batería y cantante para su nuevo proyecto que acabaría conformando Pearl Jam), realizan una maqueta que titularon The Gossman Project. En algún momento de este proceso, recuerda Jeff Ament que, la por entonces mujer de Chris Cornell y manager de Soundgarden, le habla de dos canciones que ha grabado su marido en memoria de Andy Wood. Ament muestra interés por el material por lo que Susan Silver, días después, decide entregarle un casete con las demos. Una primera escucha es suficiente para motivar una llamada a Chris, mostrándole su entusiasmo e invitación a la sala de ensayo para tocar las canciones junto a ellos. El vocalista, que no sabía aún qué hacer con ellas, siente que ha llegado el momento esperado. Matt Cameron se apunta y el quinteto empieza a dar forma a este proyecto cuyo nombre surgirá a partir de la canción Man Of Golden Words de Mother Love Bone. “I want to show you something / Like joy inside my heart / Seems I been living in the temple of the dog“.
Say Hello 2 Heaven, la larga balada que abriría el disco es para muchos la mejor interpretación que nunca haya realizado Chris Cornell. Hay angustia y dolor en su garganta mientras canta a su viejo amigo. La música envuelve como los campos de trigo azotados por el viento su grito confuso al cielo en busca de consuelo. Con Reach Down se dejaron llevar por su amor a Neil Young and the Crazy Horse para crear una canción de más de once minutos donde el solo de guitarra de un Mike McCready, en modo Stevie Ray Vaughan, crea atmósferas psicodélicas cercanas al mejor Hendrix.
Podrían haberse quedado en la orilla sacando ambas en un single, pero hablamos de una época donde este formato no tenía reconocimiento ni salida comercial. Optan por sumergirse a pleno pulmón en las profundidades marinas en búsqueda de un álbum completo.
Gossard y Ament enseñan al resto de la improvisada banda tres composiciones instrumentales (dos son del bajista) y sobre ellas Cornell escribirá Times of Trouble, Four Walled World y Pushin Forward Back, donde la presencia de Andy pasa a un segundo plano, aunque la exploración sobre la pérdida y su complicada gestión impregnen cada verso. La primera de ellas sigue la senda de Say Hello 2 Heaven. La seductora melancolía que otorga el piano refuerza el desgarro del vocalista. Pushin Forward Back es la canción con el sonido más contundente y directo del álbum. Apenas tres minutos de rock en estado puro que te lleva, como si cruzaras el Puente SR 520, hacia el sonido que poco después reconoceríamos en el primer disco de Pearl Jam. Four Walled World te trasporta, a ritmo de blues mezclado a velocidad media por la batidora del estado de Washington, a las prisiones ficticias donde nos encerramos por delitos que se nos escapan.
Your Savior y All Night Thing fueron escritas durante los ensayos. Mientras Your Savior es potencia al cuadrado con una sección rítmica impecable, All Night Thing, que fue escogida para cerrar el disco, es la más minimalista, con un piano y la batería de Matt acompañando a Cornell. Sólo hacia el final, de una manera testimonial, se escucha el rasgueo de las guitarras.
Call me a Dog es una pequeña joya con unos arreglos realizados por músicos en estado de gracia y ecos a Mother Love Bone. La simplicidad compleja del amor que se fue y te rompe el corazón.
Los otros dos temas que finalmente entrarían en el disco fueron los únicos escritos con anterioridad al trágico desenlace de Andy Wood. Cornell sintió que habían encontrado un nuevo ecosistema donde florecer ajeno a su zona de confort.
Wooden Jesus es el ejemplo más claro de la importancia de Matt Cameron en Temple of the Dog. Sus baquetas enseñan el camino para que la máquina empiece a funcionar. Uno de los problemas de las bandas con dos o tres guitarras es encontrar espacios y él les ayudó a encontrarlos. Crítica a los creyentes que delegan en la hucha de los templos el perdón a sus pecados.
Y, finalmente, Hunger Strike, el buque insignia de este álbum y, que por sí sola, define un movimiento al que se denominó Grunge. Era un tema a medio hacer, donde Chris Cornell relataba la crisis existencial que les supuso a Soundgarden, primera banda con cierto éxito de Seattle, el oír los cantos de sirena de las discográficas y temer por su identidad. Es su alegato a permanecer fieles a sí mismos. Y fue la carta de presentación de quien se convertiría en una de las voces más influyentes del rock.
Un joven de San Diego que trabajaba en una gasolinera y de guarda de seguridad nocturno se presenta a una audición para la banda que McCready, Gossard y Ament estaban formando y que compaginaron con la grabación de Temple Of The Dog. Cuando estás ante la posible solución de la cuadratura del círculo sabes que tienes algo entre manos a punto de explotar. Habían encontrado a su vocalista. El nombre del chico era Eddie Vedder y el resto es historia de la música.
Leer el artículo de @profesorjonk , Pearl Jam, Ten versus Gigaton, sobre su último trabajo.
Durante uno de los ensayos, Eddie Vedder se encontraba en un rincón del estudio y, al escuchar Hunger Strike, se acercó tímidamente al micrófono para acompañar a Chris Cornell con los versos going hungry. Cornell le siguió con las notas altas y el resultado fue asombroso. Chris sintió que la voz de Vedder era la más adecuada para los bajos de la canción y le propuso convertir el tema en un dúo vocal. Terminó apareciendo en tres temas haciendo los coros de Pushing Forward Back, Your Savior y Four Walled World. La participación de Vedder fue, por tanto, una bendita casualidad.
“No era nada que ninguno de nosotros hubiera planeado. Él estaba allí y es un gran tipo y un cantante increíble. Pensé que éste era un proyecto libre, ¿por qué no involucrarlo también?”
Eddie Vedder se sintió halagado por la propuesta. Chris decidió arroparle entre sus alas ayudándole a emprender vuelo en los cielos plomizos de la ciudad. Se convirtió en un hermano mayor al que Eddie siempre estaría agradecido.
Las 10 canciones fueron grabadas en un lapso de quince días entre noviembre y diciembre de 1990 en London Bridge Studios (Seattle).
La terapia había llegado a su fin. Cada canción fue una sesión donde tumbarse en el diván y vaciar los sentimientos que amenazaban con romperlos. Aunque no todos lograron el alta definitiva sí supuso un trampolín desde el que saltar a un futuro que les esperaba con los brazos abiertos.
El LP llegó a las tiendas el 16 de abril de 1991. El álbum, a pesar de sus excelentes críticas, fue un fracaso comercial. Renunciaron a realizar un tour de presentación, limitándose a dar dos conciertos en Seattle como homenaje a Andrew Wood.
Meses después se publican tres discos que cambiarán todo. Ten de Pearl Jam, Badmotorfinger de Soundgarden y Nevermind de Nirvana, que cual tormenta perfecta arrasarán el panorama musical derribando todas las fronteras. El Grunge se convierte en un fenómeno mainstream a escala mundial. La discográfica A&M, conscientes del nuevo paisaje y el recién adquirido estrellato de sus componentes, rescatan del catálogo Temple Of The Dog. Promocionan Hunger Strike como sencillo, acompañándolo de un video que tendría una fuerte presencia en MTV. Como resultado el álbum renace de sus cenizas vendiendo más de un millón de copias.
La banda se reuniría a lo largo de los años en ocasiones especiales, sobre todo cuando Matt se une a Pearl Jam. Chris Cornell subiría al escenario con ellos para cantar alguna de las canciones del disco.
En 2016, los miembros de Temple Of The Dog (sin Eddie Vedder) lanzaron una edición especial con motivo del 25 aniversario de su fecha de publicación. Es la primer y única vez que realizarían una gira a lo largo de Estados Unidos.
Lo que nadie imaginó es que este álbum dedicado a Andrew Wood acabaría contando la trágica historia de otros compañeros de la escena musical.
Kurt Cobain se quitó la vida en 1994. Shannon Hoon, vocalista de Blind Melon, falleció de sobredosis en 1997. Lo mismo sucedió con Layne Staley en 2002 y Mike Starr en 2011, de Alice In Chains, o el cantante de Stone Temple Pilots, Scott Weiland, en 2015.
El círculo se cerraría en 2017 cuando Chris Cornell se quitó la vida.
Escuchar Temple Of The Dog adquiere hoy un significado incluso más oscuro y profundo.
TEMPLE OF THE DOG son :
Jeff Ament: bajo, dirección artística y diseño, fotografía
Matt Cameron: batería, percusiones
Chris Cornell: vocales, banjo en Wooden Jesus, harmónica en Times of trouble
Stone Gossard: guitarra rítmica, slide guitar, guitarra acústica
Mike McCready: guitarra principal
Eddie Vedder: coros en Pushing Forward Back, Your Savior y Four Walled World, vocales en Hunger Strike