Los caracoles, una vez finalizada la tormenta, asomaban sus cabezas viscosas y comenzaban a desfilar parsimoniosamente por el jardín. Y nosotros sentados en la parte de atrás. Tú con tus pies descalzos apoyados en la mesa de cristal, esos pies maravillosos que sabían a vino y portada de revistas.
poemas
Las basuras serán molidas en las lavas, los rascacielos volverán a ser arena y el asfalto será sabana verde
y nosotros, seremos un triste recuerdo, fósiles olvidados; enterrados en la historia.
Descansará al fin la madre de un hijo mal parido.
Hoy damos la bienvenida como colaborador en Profesor Jonk al brillante joven poeta madrileño Antonio Navarro Vázquez, autor del poemario “Ángeles y condenas” , disponible en Amazon, rockero que ha grabado y hecho carretera, filósofo y adicto al blues, que soñó hacer las Américas tocando en los clubs de Los Angeles y ahora nos regala su poesía en SoundCloud. Viviendo rápido y sintiendo lento. Como debe ser.
Entraba en la habitación con las venas hinchadas y con tu sonrisa enferma y un aspecto moribundo conseguías que te acariciara los pies y no me separara de tu lado. Y olvidaba las verdades o mentiras que segundos antes había desentrañado…
Cuando hablas mucho te conviertes en un rumor, gracias a esta frase el pusilánime de mi padre consiguió finalmente que mi madre se divorciara tras años de gritos y silencio,…
En 1884 el poeta francés Paul Verlaine publicó un libro de ensayos al que llamó Los Poetas Malditos (título inspirado en el poema Bendición de Charles Baudelaire). En ella relataba el estilo y vida de seis poetas, el más reconocido Rimbaud, llegando a la conclusión de que el enorme talento que atesoraban fue también su perdición.
Soñar es algo tan efímero
No hay riesgo, no hay obstáculo
Es la salida del cobarde
Os dejamos cuatro poemas del joven escritor costarricense Sean Salas, publicados en Liberoamerica . Hay esperanza, disfrutemos del […]
… Custodiados por cómplices crepusculares
nos fugamos a cincuenta metros cuadrados de la vetusta ciudad.
Allí, entre paredes naranja memoricé tu cuerpo trigueño
recorriendo los senderos que fluían a los atajos más profundos.