Mi padre siempre contó, a quien quiso escucharle, que un faro no es nada sin su noche y que es menos que nada sin la mar. Me pregunto si ahora, después de su muerte y tras la visita que he recibido, por fin comprendo lo que quería decirme exactamente.
noche
A veces,
lo único que quiero
es que guardemos silencio,
nos miremos
y nos abandonemos
juntos
a este tiempo que escapa
al ritmo de nuestros latidos.