…Sin pensarlo, lanzo mi cuerpo
al inmenso abismo
del desconcierto,
del descubrimiento,
del silencio más puro…
Autor: Antonio J. Ramírez Pedrosa
Cuando lo miro
es como despertar de un sueño,
como hacer estallar
esa burbuja de seguridad
en la que me creía encerrado.
Lluvias intensas
que son más hermosas
tras los cristales.
Destellos
y estruendo
que sobresaltan estos sueños ligeros
que nos unen en el sofá.
Nuestro apreciado Antonio Ramírez Pedrosa comparte este sentido homenaje de un joven que, como todos, necesita encontrar palabras de ánimo, un discurso adecuado, un aliento, una luz que seguir cuando se está empezando. Y, terminando la adolescencia, tuvo la suerte de encontrar a Joan Margarit en una graduación entre alumnos despistados.
La lluvia intensa
diluyó los colores.
Frío invierno.
Abrazo con nostalgia el recuerdo
de esas navidades pasadas
donde los regalos no estaban cubiertos
por papel ni lazos de colores.
A veces,
lo único que quiero
es que guardemos silencio,
nos miremos
y nos abandonemos
juntos
a este tiempo que escapa
al ritmo de nuestros latidos.
Una guitarra que echa de menos tus dedos,
una melodía encerrada
que se pierde muy adentro,
un grito sordo
al cielo
en esta despedida inesperada.
Aprendí,
gracias a ti,
a ver los colores esenciales de las cosas,
el color de la gente,
el color real de tus ojos oscuros
y hasta el color que sugiere
cada una de las canciones que me cantas.