Y ya sabes
que a mí me gusta acabar los poemas
con el verso perfecto,
eso que empieza en un papel
y acaba en tu boca.
Poesía
Aprendí,
gracias a ti,
a ver los colores esenciales de las cosas,
el color de la gente,
el color real de tus ojos oscuros
y hasta el color que sugiere
cada una de las canciones que me cantas.
En el número 79 apareció un poema firmado por Encabo, a la sazón mi segundo apellido paterno, junto a textos de Juan José Millás, Antonio Escohotado, Quim Monzó, Ray Loriga, Juan Manuel de Prada y Javier Corcobado. También aparecían otras firmas que, como la mía, se perdieron en otras cuitas.
Inocencia La luz se asoma y por el ventanal dibuja la silueta de tus dedos: hoja de higuera […]