Hay mañanas en las que me levanto, cubierto de legañas y con los rayos del sol disparando balas de luz sobre mi torso desnudo, creyendo incondicionalmente en el destin.
Hay mañanas en las que me levanto, cubierto de legañas y con los rayos del sol disparando balas de luz sobre mi torso desnudo, creyendo incondicionalmente en el destin.