El teatro Bellas Artes de Madrid nos regala este otoño el encuentro, una vez más desde hace cuarenta y dos años, entre el genial escritor Miguel Delibes, la leyenda del teatro Lola Herrera y sus “Cinco horas con Mario”, que ya no se sabe si pertenece al autor, a la actriz o a todos nosotros.
amor
Creía que el mundo se acababa en la noche
pero el mundo ardía en la mañana
y seguía allí después de todo
La música se va y nos quedará el silencio.
Tu silencio imposible.
Tú has sido el compás de un largo viaje.
El estribillo de nuestra canción….
La gente, tambaleándose los que consiguen ponerse en pie, emite gritos efervescentes para que les devuelvan su dinero mientras la señora muy delgada de la sexta fila —(y que conozco de la terapia)— planea sobre el público con cara de éxtasis y la falda y el moño alborotados.
Hoy os sugerimos un paseo por Valencia y Buenos Aires, en las esquinas de las ciudades que nunca veríais ni aun pisándolas, somos muy de Artista marciana y Facupoeta, jóvenes, poetas y con ganas de gritar. ¡Salud y abrazos!
a veces me sorprendo esperando
a que respires
y al fin lo haces
y empiezo a observarme
aguardando la próxima vez
esa terca balada de tus pulmones
cansados
En la radio, el locutor de voz rota dio paso a Mi gran noche de Raphael. Y Ana sintió algo cercano a lo que debía significar la felicidad completa. Sus pies, libres de la dictadura del tacón, bailaban al ritmo de las alegres notas que luchaban contra el sonido tribal que producía la lluvia torrencial al chocar con el techo.
José Sacristán se nos aparece barbilampiño, enfundado en un jersey rojo de cuello alto y americana de pana marrón, abajo vaqueros azules y zapatos de piel. Vaso de whisky. Tan setentero, tan en su modo y en el modo Delibes, tan urbano y alejado del mundo, tan banderas de nuestros padres a los que hemos querido… que nos alumbra y acongoja indistintamente a lo largo del monólogo en un escenario de muebles polvorientos y desastrados, grises azulados como la vida tras la pérdida física del verdadero amor.
Normalmente no hago prólogo a los poemas que publicamos porque no lo necesitan, pero estos dos de Freddy Santos García nos hablan de mujeres que abren los ojos al futuro y mujeres que ven la atrocidad como presente: las mismas y tan distintas, cuidémoslas.
Cuando lo miro
es como despertar de un sueño,
como hacer estallar
esa burbuja de seguridad
en la que me creía encerrado.
Llevo tiempo leyendo la poesía del joven bonaerense Facupoeta, alguien que te dice que no maneja el email […]
¿Cuál es tu película de carretera preferida?, ¿existe un formato predefinido con sus reglas necesarias?, ¿por qué nos gusta huir hacia delante? Road movies, vamos a repasar algunas que tenéis en mente pero queremos que nos aportéis candidatas al top ten. Se admite todo.
Recuerdo quedar a oscuras,
paralizado,
y recuerdo una mano tendida.
Nunca he tenido miedo
a caminar contigo.
Pasaba por aquí y se me escapó un te quiero.
Un te echo de menos, hoy que pasaba por aquí
Transitaba por este 23 de febrero y se me salió de uno de los bolsillos, ésos en los que siempre llevo un roto.
Transitaba por aquí y me sentí ausente.
Espero que nadie tropiece con él, que no moleste, que no detenga el paso rítmico y eficaz del que siempre va y viene a los mismos sitios.
Pasaba por aquí
Lluvias intensas
que son más hermosas
tras los cristales.
Destellos
y estruendo
que sobresaltan estos sueños ligeros
que nos unen en el sofá.