Don Eusebio es el único que se preocupa de que nos convirtamos en hombres y mujeres de provecho. Si no fuese por él, estaríamos todos “boqueando en el proceloso mar de la incultura que baña las costas de nuestra sociedad actual”. Eso no lo digo yo, lo dice él. Dice muchas cosas don Eusebio.
¿Qué hace Yvan de Weil (Fabrizio Rongione), un banquero de la banca privada suiza, acompañado por su esposa Inés (Stéphanie Cléau) en la Argentina de los 80? Como dice el refrán, seguir al dinero.
lo primero que perdí
fue la tarde; empecé a repartir
tarjetas y paquetes
demasiado pronto,
pero me propuse recuperarla,
iluso y ya cansado, para el último
año de carrera
Y llega 2022, el año en que íbamos a recuperarnos, a cobrarnos lo que se nos debe, a volver al turista y el viajero, a no horrorizarnos con guerras siempre irracionales y a vernos con Enrique Bunbury el sábado 10 de septiembre en Madrid.
Priscila le atraía a un chingo de cabrones, entre ellos el Pelos, uno de los cabecillas del barrio. A esa edad, tendría unos veintidós años, ya andaba en camioneta y con fusca en la guantera.
A quienes salimos de casa sin un peso en los bolsillos
y la cabeza ardiendo por tantos sueños
y un montón de frases regadas en el cuerpo de la madrugada
en busca de una chica en la barra de un bar
Mi padre siempre contó, a quien quiso escucharle, que un faro no es nada sin su noche y que es menos que nada sin la mar. Me pregunto si ahora, después de su muerte y tras la visita que he recibido, por fin comprendo lo que quería decirme exactamente.
“¿Conoce África una canción sobre mí?”
Hoy no escribo una reseña, ni una crítica, ni una crónica, ni un poema. Hoy escribo una carta de amor. Una carta de amor a Karen Blixen.
Soy uno de esos tipos cabrones
que no pegan a su mujer
porque la quieren
Uno de esos tipos cabrones
que follan con putas
porque ellas no Son.
Llevo ya más de cuatro años viniendo aquí, desde que decidiste saltar desde lo más alto del trampolín, desnuda, realizando un salto mortal hacia lo más profundo del mar. Buscándote. Esperando verte aunque sólo sea un segundo. Aunque sólo sea el eco de tu sombra. O tus burbujas. Sería suficiente. Sentirte una vez más.
Todos los viernes toma un tren de regreso a casa. En el andén 27 de la estación central de Múnich, Cada viernes, somnoliento, camina por las frías aceras a veces nevadas y siempre heladas. Todos los viernes toma un café. Un café y un croissant, en el quiosco de la estación: La brioche dorée.
Esta noche beberé junto a la muerte
Entre el vino y la confianza una apuesta ofrecí
¿Si me das tiempo un corazón duro tendré?
Afortunados de haber conocido a Robinson Quintero Ruiz, poeta colombiano de Barranquilla, que nos ha regalado cuatro momentos con Bowie, Bukowski, Tom Waits y Leonard Cohen, incluidos en su poemario inédito «Partículas elementales». Hoy publicamos los dos primeros.
En cierto modo, espero la réplica del agresor digital, me gustaría abrazarlo sabiendo que hay un océano y cierto anonimato de por medio. El mundo está lleno de fabulosos tarados, cuidémoslos.
Como en la vida, en el tenis, los documentales y las películas biográficas, surgen mesías y diablos, McEnroe y su innovación conductual, introduciendo los gritos, lanzamiento de raquetas y gestos altivos a árbitros y público en un deporte que era de señoras y caballeros, y Williams, sobreponiéndose a todo tras ser madre para demostrar que es la mejor y lo ha sido después de un cambio tan radical en su cuerpo y vida.
tengo la boca llena de saltamontes.
es una sensación
algo desagradable: luchan por salir,
algunos lo consiguen,
Cerrar un libro y querer volver a empezarlo. En el mismo momento en que lo cierras. Decirte “ni hablar, yo de aquí no salgo”. Imaginar que todavía no conoces a Eileen, Cowboy y Jim (a Sandino sí, claro) y que vas a poder (re)descubrirlos poco a poco y otra vez.
Esta mañana no tendí la cama y permanecí
dentro
de las cobijas; pasé
horas esperando
por fin
a que el mundo explotara ahí mismo
y nosotros con él.
Hoy queremos compartir el cuento de Navidad «Conjuntos disjuntos», con el que nuestra colaboradora habitual Margarita del Brezo ha ganado el Primer Premio de Cuentos de Navidad organizado por Iberdrola y Zenda.
Pantallas de fútbol americano de distintos tamaños hay en todas las zonas no lúgubres del antro, también camareras más allá de sus tacones negros, de sus medias y ligas negras, sus bragas, corchetes, sujetadores prometedores y prominentes. Todo negro. Más allá sólo sus miradas claras y cabellos rubios de innumerables peinados.